10 Razones Para Odiar Bitcoin

Di No a los Evangelistas

BitcoinParaPobres
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Seamos francos, todo el mundo odia Bitcoin. Tal vez sean los insoportables evangelistas repitiendo su mantra a una audiencia cautiva o los nuevos ricos que tuvieron mucha suerte pero ahora se las dan de genios; quizá sea el desperdicio de energía para crear dinero falso de internet, o incluso los fans de Michael Saylor gritando consignas como “TuDeMun”, “No hay segundo mejor”, “Forever Laura” y similares tonterías.

Si eres un ciudadano respetuoso de la ley que trabaja duro, ahorra e invierte en un plan de jubilación, no quieres escuchar más gilipolleces sobre las maravillosas características del dinero más duro jamás creado o del activo más escaso del planeta. Solo quieres seguir con tu vida sin tocar nunca ese dinero para criminales que calienta los océanos y es además una burbuja.

La infame moneda, amada por algunos y odiada por muchos, no deja a nadie indiferente. Es todo o nada, blanco o negro, tómalo o déjalo.

Estas son algunas de las principales razones por las que tú y muchos otros odian la moneda digital número 1 y nunca participarán en ella.

1. Bitcoiners

¿Sabes cómo identificar a un Bitcoiner?

Porque te lo dice…una y otra vez.

Los evangelistas con la “píldora naranja” no pueden dejar de hablar sobre la inflación, la deuda, las inversiones, las redes, la prueba de trabajo, el ataque del 51% y todos esos temas esotéricos que no te importan una mierda.

Te hablarán del Problema de los Generales Bizantinos, del efecto Cantillon y de la mempool saturada como si fuera la última moda. Cualquier sugerencia de que no te importa un carajo será recibida con incredulidad y enojo.

Te acusarán de estar adoctrinado por el sistema fiduciario, de haber sufrido un lavado el cerebro por los medios de comunicación y de ser cautivo de políticos, banqueros y corporaciones corruptas.

¿Y qué? Estás feliz en tu ignorancia y no quieres despertarte de tu dicha. Se llama zona de confort por algo.

Pero no, nunca se rendirán; seguirán insistiendo una y otra vez hasta que prometas leer alguna tontería sobre algún obscuro economista austriaco o la política monetaria con piedras gigantes en una isla remota del Pacífico.

Al final, pretenderás que te importan los no bancarizados, la minería con energía limpia o la inflación en Guatemala. Eso los mantendrá callados por un tiempo, pero después de una pausa, seguirán atacando de nuevo.

Otra estrategia para escapar de esta tortura es fingir que prefieres Solana porque es más rápida, más barata y mas amigable con el medio ambiente. Te habrás creado un enemigo de por vida, pero al menos te dejarán en paz.

¿Sabes cuál es el mejor método anticonceptivo para un Bitcoiner?

Su personalidad.

2. El Éxito

Podrías desestimar todo esto como una idea estúpida si se tratara de un proyecto sin valor concebido por algunos frikis en algún sótano en Alabama.

El problema es el contrario: en realidad es un éxito y ademas enorme, y eso jode.

Hace 10 años, tu cuñado trató de convencerte de invertir cuando valía centavos, y ahora que su valor es de $60k por unidad, es doloroso reconocer el error.

Es más fácil jugar a la zorra y las uvas y racionalizar cualquier excusa que puedas encontrar para justificar tu decisión. Después de todo, ¿quién quiere ser multimillonario y dejar su trabajo a los 35?

3. La Secta

No solo todo el asunto de Bitcoin es difícil de entender: dinero sólido, escasez digital, prueba de trabajo, sino que además la comunidad se comporta de manera extraña, como si hubieran sido abducidos por extraterrestres o fueran parte de un grupo religioso.

Eres feliz participando en tu religión fiduciaria, entregando tu dinero al gobierno y defendiendo la superioridad del todopoderoso dólar. ¿Por qué querrías unirte a semejante secta?

Incluso tienen un código secreto para comunicarse entre ellos. Hodl, HFSP, KYC, NGMI, maxi y muchas otras palabras oscuras. Ya es bastante difícil aprender inglés como para encima tener que aprender jerga klingon.

Cuando escuches esas palabras, corre rápido y no mires atrás o serás abducido para siempre.

4. Los Criminales

¿Quién quiere unirse a una banda de estafadores que utilizan dinero falso para escapar de los reguladores y burlar la ley?

Todo el mundo sabe que Bitcoin solo vale para narcotraficantes y terroristas porque necesitan anonimato.

Es cierto que antes de Bitcoin usaban dólares e incluso ahora todavía comercian con el billete verde, pero aun así, cuando lees en los medios a algunos políticos o periodistas lanzando acusaciones contra Bitcoin, debe ser cierto porque ellos nunca mienten.

Mantente fuera de prisión, usa la moneda de curso legal y te irá bien.

No necesitas privacidad a menos que tengas algo que esconder.

5. Los Bancos

Te gustan los bancos. Vas allí todos los días para pagar tus cheques, mirarle las tetas a María la cajera o simplemente para robar bolígrafos.

Tienen aire acondicionado, sillas cómodas y los empleados son educados e inteligentes. Te ofrecen excelentes ofertas en hipotecas, inversiones y planes de pensión.

Sabes que estás pagando sus salarios a pesar de que hacen mas bien poco, pero no te importa porque sientes que es dinero bien gastado.

Si la gente empieza a usar Bitcoin, estas sucursales podrían tener que cerrar, dejando a todos esos peces gordos sin reuniones en Hong Kong en sus jets privados. ¿Quién mantendrá las fiestas caras y cenas en restaurantes exclusivos entonces?

Creo que debemos ser responsables con la comunidad y mantener a estas personas viviendo del cuento de por vida. Se lo merecen.

6. La Inflación

El dinero fiduciario se imprime en exceso, inundando los mercados con liquidez que eventualmente lleva a aumentos de precios. Pero, ¿es esto realmente positivo?

Los políticos y economistas nos han dicho que la deflación es lo peor y debemos aspirar a un aumento saludable de los precios para estimular la economía.

Es cierto que tu salario nunca puede subir al ritmo de la inflación, y te hace más pobre cada día, pero nuevamente, ¿qué es un pequeño sacrificio para mantener la economía saludable? Solo haz tu parte y sigue pagando hasta que te dejen seco. Alguien allá arriba estará agradecido por ello.

Bajo un patrón Bitcoin, los precios bajarían para siempre y eso es algo terrible. ¿Quién compraría algo hoy sabiendo que mañana será más barato?

Sí, esto sucede con la tecnología y otros activos, pero el pan, el aceite de oliva y tu hipoteca deberían subir siempre. Debemos mantenerlo así por el bien común.

7. El Medio Ambiente

Todos amamos a los osos polares y los pingüinos, ¿verdad? Esos malvados mineros de Bitcoin usan electricidad y, como resultado, derriten los icebergs del Polo Sur y hierven a las ballenas. Inaceptable.

Es cierto que los bancos, la Reserva Federal y las luces de Navidad usan mucho más energía que una pocas computadoras ejecutando código, pero aun así, esos usos están justificados y Bitcoin no lo está (según Greenpeace).

Sigamos talando bosques para imprimir dinero en papel, sigamos bombardeando civiles en Medio Oriente y sigamos quemando petróleo para que los políticos puedan reunirse en el Foro Económico Mundial una vez al año y contratar prostitutas de lujo. Pero ¿cálculos de computadora? Dios no lo quiera!

8. La Burbuja

Todos sabemos que Bitcoin es una burbuja a punto de estallar. Es cierto, ha estado explotando durante 15 años y no hay signos de colapso todavía, pero eventualmente desaparecerá y se irá a cero.

De los creadores de la burbuja de internet, la burbuja de las redes sociales y la burbuja inmobiliaria, ahora llega el esquema Ponzi de Bitcoin que algún día colapsará dejando un rastro de escombros, ruina y destrucción.

Los bitcoiners dicen que la verdadera burbuja es la deuda nacional, la impresión infinita de dinero y la inflación, pero están equivocados. La economía es más saludable que nunca y cuanto más dinero imprimimos, más ricos seremos. Di no a la escasez.

9. El Misterio

¿Quién es ese Nakamoto de los cojones? Quiero saber quién está a cargo de Bitcoin para decirle cuatro cosas.

Ese cobarde creó este lío y luego desapareció sin dejar rastro. Ni siquiera se ha gastado el millón de monedas que tiene en su cartera. ¿Quién haría eso? Solo un loco.

Satoshi, si estás ahí afuera, te reto a dar un paso al frente y asumir la responsabilidad por todo el caos que has creado.

Con dólares, al menos vemos las caras de los presidentes muertos, ¿por qué no imprimes tu cara en un Bitcoin, señor anónimo?

10. Riesgo

Y finalmente, la razón por la que no compro Bitcoin es el riesgo. No quiero apostar mi dinero ganado con esfuerzo en algún casino en línea que promete riqueza para todos.

Prefiero comprar bonos del gobierno con interés negativo, un plan de jubilación que está en bancarrota, bienes raíces que están sobrevalorados y acciones altamente manipuladas. Oh, y oro, no olvidemos el objeto brillante que ha estado plano durante 2 décadas y lo que le queda.

Todos estos activos garantizan que perderé dinero de manera constante pero segura durante las próximas décadas, y al menos puedo tener la certeza de que moriré en la ruina y solo.

No me gusta la incertidumbre.

Conclusión

Hay muchas razones para odiar Bitcoin: la secta insoportable, el incesante “TuDeMun”, la tecnología compleja, la transparencia, la escasez, la inmutabilidad y todo lo demás.

A todos nos gustan la incertidumbre, la opacidad, la manipulación y la corrupción. Esos son los pilares que hicieron grande esta nación; no permitamos que ese tipo japonés venga aquí a joder la marrana.

Amamos a nuestros políticos, a nuestros bancos, a nuestra inflación galopante, a nuestra creciente clase pobre y a la devaluación del dinero por el que trabajamos tan duro.

Hundámonos juntos en la miseria saludando la bandera de la pobreza, la desesperación y el nepotismo. Venezuela y Zimbabue nos mostraron el futuro; debemos seguir su camino hasta la bancarrota absoluta.

Bitcoin, no gracias. Prefiero ser pobre.

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